30 octubre 2007

A mitad de camino.




"Si no hay café para todos, no habrá para nadie".

Ernesto 'Che' Guevara


Por estas fechas se cumplen 40 años del asesinato de Ernesto Guevara de la Serna “El Che”, en las selvas de Bolivia, cuya muerte, de paso acabó para siempre con eso del guerrillero romántico; el hombre que a pesar de las vicisitudes mantiene en alto su bandera revolucionaria, la de la lucha por la justicia social a favor de los oprimidos, y la igualdad para todos, una causa mantenida a través del tiempo y de toda una vida - hasta la victoria siempre - diría, o hasta la muerte mejor.

"Quien a los 20 años no piensa como un comunista, no tiene corazón; y quien a los 40 años sigue pensando como un Comunista, no tiene cabeza". Eso al parecer lo dijo Sir Winston Churchill, o sea, la antítesis del Che, y es aquí donde comienza el discurrir de este pequeño artículo, basado en lo que yo pienso acerca de este dilema.

En cierta ocasión, hace ya varios años veía un programa tradicional de humor en la televisión colombiana, los humoristas representaban una parodia de otro programa y en determinado momento uno de ellos le dice a otro, algo así como:

- ¿Oiga, usted sabe porque la clase explotada sufre mucho?

- No, no se, ¿por qué?

- Pues porque no tiene a quién explotar.

Napoleón Bonaparte diría casi dos siglos atrás, que la mayor parte de aquellos que no quieren ser oprimidos, quieren ser opresores, y cito esto porque estoy convencido que definitivamente el hombre es un ser que desea ir “montado sobre el burro”.

Cuando tenía 20 años, si bien yo no era comunista, si era fervientemente de izquierda, simpatizante de las ideas revolucionarias del Che y soñador como el que mas, sin embargo siempre me quedó la duda de si la utopía de la igualdad de clases podría llegar a ser un hecho concreto. La teoría de Darwin acerca de la selección natural, que deriva en la idea de que las especies con el fin de evolucionar y sobrevivir desechan a los miembros mas débiles y eligen a los miembros con los genes mas fuertes para la reproducción, me parece la mejor explicación del porque aunque los hombres nacen iguales, solo hasta ahí les dura dicha igualdad, como lo diría Abraham Lincoln.

No estoy diciendo con ello, que el individualismo sea irremediablemente la única ideología que pueda o deba reinar entre las personas, lo que digo es que el hombre es egoísta por naturaleza, desea su propio bienestar y para conseguirlo echa mano de lo que la madre natura le da: capacidades, habilidades o talentos, sean cuales fueren serán utilizados por este para lograr sus objetivos, y ese es quizás el talón de Aquiles de la filosofía marxista; no se puede echar en una misma bolsa a todos los individuos de una nación o siquiera de un pequeño grupo, porque siempre habrá aquellos que quieran más y aquellos que de pronto se conformen con que se distribuya lo que hay.

Hoy por hoy, fiel a mi pensamiento ecléctico, intento conciliar en mi mente las ideas socialistas y democráticas, añorando un país como el que tienen algunos europeos; por ejemplo los suecos, con un nivel de vida envidiable y unos indicadores de gestión de sus gobernantes, verdaderamente admirables. Yo sigo creyendo que se puede, y con esto quiero decir; que se puede tener un país en donde la corrupción brille por su ausencia, en donde las personas obtengan los beneficios que su esfuerzo personal les produzca, no obstante un estado que ayude y apoye a los menos capacitados, a aquellos que quizás no tengan las mismas habilidades que otros o simplemente no tengan los recursos necesarios para sobresalir, pero que merecen como seres humanos, una vida digna, en condiciones normales para desarrollarse como personas de bien.

Eso pienso yo, a mitad de camino entre los 20 años, aquellos de la fervorosa llama de la izquierda revolucionaria y los 40 años del conservadurismo de Churchill. No se si al llegar a los cuarenta, aun piense lo que pienso hoy, no se si al llegar allí, me haya convertido en un derechista, sin corazón pero con cerebro como lo daba a entender el ex primer ministro británico, ojala que no, ojala que nunca muera en mi esa llamita que arde en mi interior y me hace soñar con una Locombia mejor, un país donde se pueda vivir de verdad, con la tranquilidad de unos gobernantes no tan asqueantemente corruptos y un pueblo que pueda decidir por si mismo, con libertades pero también con igualdad de oportunidades para todos, no se si sucederá algún día, pero lo que se, es que sí se puede.

Y usted que lee esto, ya se le apagó la llama?, o acaso nunca su corazón encendió?, o aun brilla esa flama resplandeciente como el primer día?.

Homenaje al "Che".




Lo mismo que hacemos todas las noches Pinky, tratar de conquistar al mundo .




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